(Ediciones Le Stelle di Arlac) Octubre 2008.
Gracias a Freud se sabe que hay tres fuerzas implícitas en el hombre: el Yo, el Ello y el Super yó. De esta premisa la autora indaga el zodiaco, cuáles “suma” de la personalidad del individuo. En este sentido, el Yo corresponde a los signos, que dicen como aparece y se manifiesta. El Ello se relaciona a los aspectos entre los planetas, que representan la energía interior, que mueve al individuo y que radica en la base de su actuación, permitiéndole distinguirse de los demás. Por último, las casas simbolizan el Superyó, marcando en el subseguirse, el camino que cada uno de nosotros debe realizar en la vida: el nacimiento, la adolescencia, la pareja, la familia, la jubilación, hasta llegar a la vejez y por último a la muerte.
Resultado que se encuentra ilustrado en el análisis de la primera carta astral, de las tres que la autora pone al final del texto, facilitando tres diferentes enfoques de lectura.
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