Este estudio está dirigido a:
Todo aquel que tiene curiosidad por verificar la conexión entre la astrología y los “eventos” de la vida de cada uno.
Quien es neófito en la materia pero desea empezar a comprender.
También a quienes saben más que nosotras, porque esta ciencia empírica no termina nunca de enriquecernos y empujarnos a nuevas confrontaciones.
Nota: El matrimonio, en nuestra fantasía se presenta como una maravillosa tarta, preparada con amor, con los mejores ingredientes, bien fermentada, bien decorada, con la crema, buñuelos y con la guinda en el centro. Pero la fantasía es diferente a la realidad.
La carta astral
La “carta astral” del matrimonio se elabora tomando el día, la hora y el lugar de la firma del contrato. Se considera como un verdadero nacimiento relacionada a la unión matrimonial.
Así pues, el Sol representará el marido y la Luna la mujer, mientras todos los demás planetas contribuirán a trazar las características.
Si Mercurio influye al dialogo y a la apertura mental de la pareja, Venus indica la afectividad.
Si Marte representa el sexo y la agresividad que sirve de estimulo a los novios, Júpiter personifica el bienestar y el entusiasmo de la pareja. Mientras Saturno señala la racionalidad, las pruebas y la duración de la relación, Urano simboliza lo concreto y la organización. Neptuno expresa las emociones, la adaptación y Plutón representa la sexualidad profunda y oculta, así como la complicidad de los consortes.
También las casas, son decisivas en la interpretación de la carta, tendrán estas simbologías:
La primera representa la imagen que la pareja exterioriza.
La segunda los bienes materiales adquiridos por los cónyuges, las ganancias y el inicio de la vida de pareja.
La tercera el contrato social, los viajes y la comunicación.
La cuarta el hogar.
La quinta la diversión, las alegrías, la vitalidad y el modo fisiológico de educar a los hijos.
La sexta lo cotidiano, la rutina.
La séptima los contratos y las relaciones con los demás.
La octava los préstamos, las maniobras financieras, las traiciones y los secretos de pareja.
La novena los viajes, físicos o de fantasía y la libertad de las tradiciones.
La décima representa el logro de los objetivos establecidos.
La undécima el equilibrio.
La duodécima y última, las crisis existenciales y la vejez.
Analizando los planetas en las diferentes cartas astrales referente a los matrimonios, hemos observado que Saturno, exaltado en Libra, con-significador de la séptima casa (representa los contratos, como contrato es el matrimonio) adquiere una importancia fundamental: si el planeta forma aspectos positivos con los luminares, garantiza la duración.
Si después en los tránsitos de la carta astral de cada uno de los cónyuges, encontraramos de nuevo estos aspectos, confirmaría ulteriormente que el matrimonio está basado sobre la solidez de la pareja.
Por el contrario, en el caso de aspectos negativos de Saturno con los luminares, se prevé la ruptura de la unión: quienes presenten tales aspectos en los propios tránsitos, sufrirán la separación.
Tenemos que destacar que Saturno representa la autonomía y por lo tanto algunas rupturas suceden precisamente por la búsqueda inconsciente de independencia, a pesar de todas las justificaciones que el individuo se de.
Otro planeta importante es Urano, que en la simbología de diplomacia, organización y dinamismo, hace que el matrimonio esté abierto a nuevas amistades. Urano en aspecto con Saturno, señor del Capricornio (signo que representa la independencia y la autonomía personal) en las cartas astrales que hemos examinado provocan a menudo la ruptura del matrimonio. Con aspecto positivo esta ruptura sobrevendría después de tomar una decisión bien meditada, por el contrario la decisión sería impuesta y sufrida.
Neptuno suscita una gran capacidad de adaptación que no obstante se transforma en inquietud y ansia, predisponiendo a cada uno de los individuos a buscar emociones, en situaciones alternativas como: cambiar frecuentemente los muebles de casa, dedicarse a la música, a la pintura o incluso enamorarse platónicamente de otra persona.
Plutón aunque si estuviera positivo en el momento del matrimonio, no conseguiría salvar la duración que Saturno le aporta, sino que crearía complicidad e intriga tan necesaria para obtener sucesos en los sectores donde se encuentre el planeta. Si estuviera negativo llevaría a situaciones extremas como la violencia, e incluso las amenazas de muerte (como desgraciadamente nos confirma los sucesos).
Hemos cogido como ejemplo esta carta astral por la variedad y complejidad de sus acontecimientos, por su duración y por la definitiva y firme ruptura; el Sol se encuentra en Escorpión, en la casa décima y forma sextil con el Ascendente. Indica que el marido es individualista y para mantener su “Autonomía” está dispuesto a usar cualquier medio, incluso a costa de surfrir soledad.
Con el Sol en la casa décima, estas características están acentuadas, ya que el con-significador Capricornio lo hace inflexible, implacable y determinado a conseguir los propios objetivos, que tienen que hacerlo protagonista sea como sea (Sol en sextil con el Ascendente).
La conjunción con Mercurio, si por un lado lo ayuda a ser más audaz en los negocios y en el trabajo, por otro lado lo hace ser unívoco mentalmente. Mercurio en Escorpio resulta conjunto a Marte y Plutón, por lo tanto llevará al sujeto a preferir los hijos varones, reálzandoles hasta conseguir que lleguen a ser verdaderos “herederos” incluso en el trabajo con el fin de garantizarse una perenne continuidad.
La Luna se encuentra en el signo de Libra, trazando la figura de una esposa que se presenta femenina y atractiva, con buen gusto estético pero susceptible a lo que piensan los demás. La posición en casa novena la hace también deseosa, casi ansiosa, de la propia libertad a tal punto de llevarla a crearse su propio espacio. La conjunción con Saturno determina la necesidad de unirse a un hombre mayor que ella, de mentalidad o de edad: en nuestro caso prevalece la edad, porque busca protección y solidez. La hace ser muy dura y severa con las reglas, sobre todo en casa. La oposición que forma Saturno y la Luna con Júpiter, en Aries, en la casa tercera, simboliza la dificultad que encuentra diariamente para disponer de dinero, de liquidez, ya que tiene que estar siempre mendigándole al marido, dependiendo así de él. Esto hace que la relación sea insostenible, con poca alegría y ganas de vivir.
La conjunción Venus-Marte en Virgo en la casa octava, exprime la afectividad y la sexualidad de ambos, estimuladas sobre todo en los momentos secretos y transgresivos. Todo se acentúa gracias a Plutón en Leo en la casa octava, que da vitalidad y energía en las situaciones extrañas. Estos planetas aspectados positivamente en la casa octava, evidencian también las grandes maniobras financieras que se llevan a cabo durante el matrimonio, por iniciativa y obra del marido, (Marte y Plutón, planetas del Escorpio, donde está también el Sol).
Cáncer, como sabemos, representa la familia. Urano, en esta posición, hace que se viva en modo diferente de lo tradicional, sin tener en cuenta que hallándose en casa séptima, influye en la relación de pareja. Como también el planeta está negativo en la conjunción Saturno-Luna y Neptuno, hace que vivan su “relación” durante 20 años sin intensidad y ocasionalmente; de hecho, él estaba con frecuencia fuera de casa por motivos de trabajo y volvía solamente los fines de semana, facilitando de este modo tener una relación con otra mujer.
Su mujer soporta esta situación (Luna disonante) pero consigue reaccionar, gracias a las mejoras que indican los planetas en la casa novena: hace algunos viajes, obras de caridad, se interesa de astrología y llega, aunque platónicamente, a enamorarse de un conocido. Consigue materializar su gran amor platónico en edad avanzada y la propia independencia, también económica, separándose del marido después de cuarenta años de matrimonio (Luna conjunta a Saturno).
Es muy interesante observar como los tránsitos influyen sobre cada uno de los individuos y como se reflejan sobre la carta astral.
Cogemos como ejemplo el tránsito cuando nace el hijo varón.
Plutón transita en la casa octava, en Virgo y forma sextil con el Medio Cielo, mostrando la importancia del acontecimiento por la continuidad que el heredero varón conseguirá dar en el futuro, tanto por la continuación del trabajo paterno, como por el linaje. El trígono que se forma en el Ascendente, da prestigio a la imagen que el matrimonio adquiere en este contesto. Neptuno conjunto al Sol, en el pasaje a la casa décima, en Escorpio, confirma que el cambio familiar que el acontecimiento aporta, afecta particularmente al padre. En este aspecto se puede interpretar la cantidad de dinero que maneja y los diferentes trabajos que el Mister gestiona.
El sextil con el Ascendente indica el cambio de imagen que la familia proyecta. Sin embargo, Urano en la casa séptima crea distanciamiento en la pareja, afrontado en modo bastante positivo, ya que el planeta forma aspectos casi todos armónicos. Sólo la cuadratura con el Sol (aunque si no se señala) que simboliza el alejamiento, en este casa es él quien lo sufre.
De hecho, Urano como está en sextil a la Luna, favorece a Ledi aportándole una mayor organización y un fuerte poder de decisión, empujandole a cambiar, a ella y a todo lo que le rodea. Forma también sextil con Saturno, llevandola a tomar nuevas elecciones y posiciones, que agrada a ambos. El trígono que forma Urano con Júpiter, confirma nuevamente el periodo de abundancia gracias a las inversiones financieras , de las cuales se beneficia la familia. Saturno que transita por la casa duodécima, en Sagitario, crea un sentido de soledad y melancolía, que ambos sufren individualmente. Júpiter en la casa novena, se interpreta como viajes fantásticos para ella (enamoramiento platónico) y en viajes geográficos para él, pues viaja mucho por motivos de trabajo. El hecho de que sea en Libra obliga a una imagen formal de la familia. Marte en la casa primera manifiesta satisfacción por el acontecimiento, mientras que la cuadratura que forma con Mercurio simboliza tanto la preocupación por la otra hija, que ha dejado en casa, como por algunas dificultades sucedidas seguramente en este contexto. Venus en la casa segunda en Acuario, indica el bienestar y las buenas oportunidades. Mercurio en la cúspide de la casa cuarta, en Tauro y en trígono con el Ascendente, señala de nuevo la importancia de un hijo varón y el incremento de la familia.
La Luna transitando en la casa novena, en Virgo, forma cuadratura con el Ascendente, reflejando el momento de inestabilidad y de depresión que vive Ledi.
Sin embargo el Sol en la casa tercera, en Aries refleja el momento de impetuosidad e impulsividad vivido por el Señor, pero en la cuadratura con Urano que se forma, se lee la dificultad que él siente por tener que interrumpir los contactos sociales, para ocuparse de los obligaciones familiares.
En el tránsito de Ledi,
cuando nace el hijo varón, Plutón inicia su paso por la casa duodécima, en Virgo, que aporta una fase de creatividad y de aislamiento que la relega a su hogar: desarrolla las tareas domésticas, cuida de los hijos, etc .... Tiene una hija y otra la tendrá sucesivamente. Esto la lleva a evadirse sólo con la fantasía, intrigante y erótica, soportada gracias a la conjunción de Plutón con Neptuno radical. De hecho, es en este periodo cuando ella se enamora platónicamente de una persona de su circulo. Neptuno en la casa segunda, en Escorpio, porta cambios a las personas que pertenecen al clan y además disponibilidad de dinero correspondiente a las buenas inversiones del marido. Urano en la casa undécima, favorece por añadidura un cambio en la amistad; algunas nuevas, otras eliminadas y como está en Leo, confirma la transformación del amigo en amante, aunque si es platónico. Todos los aspectos que forma Saturno en su tránsito por la casa cuarta en Sagitario, son negativos. En ellos interpretamos el cansancio de la relación con el marido, presente como figura autoritaria, pero ausente como hombre y marido (Saturno en cuadratura al Sol, el cual está situado en la casa séptima, en Piscis). Júpiter en su paso por la casa segunda, en Libra, forma cuadratura con Marte ubicado en la cúspide de la casa undécima, esto significa una posible desilusión debido a una expectativa no lograda y también la tensión de antes del parto. Marte, al transitar por la casa quinta en Acuario, determina el nacimiento del hijo varón y la velocidad del parto, que lo confirma también el sextil que forma el planeta con Urano, mientras la conjunción con Venus le aporta gratificación y protección durante el evento. También Venus situada en la casa quinta, en Acuario, le aporta serenidad y gratificación. Pero Mercurio en la casa octava, en Tauro, en cuadratura con Marte le proporciona preocupaciones, seguramente por la hija pequeña que ha dejado en casa. La Luna, en la casa primera en Virgo, la mete al centro de la atención, pero la oposición que forma con el Sol y con Mercurio le procura una cierta tensión con la figura masculina y de nuevo preocupaciones a causa de la prole o por noticias para ella desfavorables. El luminar forma también sextil con Marte: tendrá seguramente fuerza y voluntad para superar todas las crisis del parto. El Sol que transitando en casa séptima, en Aries crea una conjunción con Urano marcando exactamente el día en el cual se produce el cambio de vida a consecuencia del acontecimiento. La cuadratura que forma Júpiter, indica el sufrimiento padecido antes del parto.
La satisfacción plena que el marido manifiesta al recibir la noticia del nacimiento del heredero varón, la indica Plutón en transito por Virgo conjunto a la Luna radical. Como después estará en la casa octava, liberará todas sus simbologías, proporcionando todos los ingredientes necesarios para que nazca una gran pasión hacia otra mujer, la cual será durante años su amante. Neptuno en el pasaje a la casa décima, en Escorpio, crea un trígono con Júpiter aportándole alegría y satisfacción, incluso en el trabajo, con grandes ventajas económicas. Los continuo viajes por motivo de trabajo, le creará un cierto alejamientodel clan (Urano en la casa octava, en Leo) . De hecho, durante este periodo, pasará en familia sólo los fines de semana, lo cual se ha visto antes en la carta del matrimonio. Saturno en la cúspide del Ascendente, en Sagitario, forma sextil con Mercurio y confirma la importancia del hijo varón, que se refleja en la propia imagen. Luego Mercurio encontrándose en la casa segunda, consolida la habilidad y la lucidez a la hora de gestionar los negocios y las inversiones. Júpiter en tránsito por la casa décima, en Libra, confirma nuevamente el periodo de fortuna y gratificación que él está viviendo, sea por sus éxitos personales que por el trabajo. El trígono que crea Plutón le proporciona entrada de dinero “en negro” e igualmente satisfacciones amorosas, que mantendrá, por supuesto, en secreto. La cuadratura con Neptuno, a demás de darle inquietud mental por el miedo de que lo descubran, le hace desembolsar dinero, anómalo en él. Marte en la casa segunda, en Acuario conjunto a Urano la indica la feliz sorpresa de ser padre de un varón, , mientras la afectividad sin pasión que en este periodo manifiesta hacia su mujer y la relajación en cuanto al bebé, está representada por Venus en la casa segunda, en Acuario en trígono a Saturno y conjunto a Mercurio. Mercurio en casa cuarta, en Toro, en trígono a la Luna indica la feliz noticia, mientras el sextil con Plutón las evasivas y la cuadratura con Neptuno denuncia el ansia que siente ante la inmovilidad temporal. La Luna en el pasaje a la casa novena, en Virgo, forma cuadratura con Plutòn procurándole un sentimiento de culpa hacia su mujer, mientras el sextil con Neptuno lo ayuda a empeñarse de nuevo.
La causa
Ahora pasamos al tránsito decisivo, de la “causa” que ha provocado la separación después de cuarenta años de matrimonio.
Plutón transita en Sagitario en la casa undécima y forma trígono a Júpiter radical en Aries, casa tercera, transformando parte del patrimonio inmobiliario en dinero líquido, favorecendose así ambo; él por la realización de sus negocios, ella por obtener una renta más conveniente, seguramente con la ayuda de sus amigos y de sus contactos sociales, como indican las casas donde se encuentra el aspecto. El semisextil que forma el planeta con el Sol indica la vitalidad y la energía sexual de Mister (a pesar de sus ochenta y dos años).
Neptuno en Capricornio, en la casa primera, indica el cambio de imagen que asume el matrimonio porque los dos piensan en la propia independencia y autonomía en perjuicio de la marcha del matrimonio (oposición casa séptima).
Urano en tránsito a Acuario, en la casa primera, confirma las características de Neptuno, acentuando el individualismo de ambos. El sextil que forma con Júpiter establece nuevamente el vertiginoso movimiento de dinero, de continuas decisiones, de óptimas inversiones realizadas. El trígono que forma con la Luna natal, favorece el cambio positivo que Ledi obtiene, ya que hace tiempo que viene pensando en la separación, esperando el momento idóneo. Sin embargo, la cuadratura al Sol indica como Mister ha soportado, primero la separación de Ledi y sucesivamente la petición de separación.
Saturno en Aries, en casa tercera, se opone a Neptuno natal en Libra, en la casa novena, favoreciendo la adversidad, recalcando que todo puede suceder en el transcurso de desplazamientos o viajes, afectando, en su significado de justicia, a las personas importante que pertenecen a su entorno social.
Júpiter en tránsito en Acuario, en la casa primera, toma toda su simbología de imagen de forma sorprendente.
De hecho, cuando Ledi de regreso de un viaje, anticipando su vuelta, abre la puerta de casa, se dirige hacia el salón principal y por un instante queda atónita al ver a Mister semidesnudo con los oropeles colgando, coqueteando con una cincuentona de aspecto agradable, completamente desnuda. La escena no es verdaderamente un espectacular, pero consigue reaccionar y se precipita con energía sobre ellos.
Mister se rebela y la empuja violentamente sobre una mesita, creándole contusiones. La curarán en urgencia más tarde. Esto provoca un escándalo, implicando a los hijos (Júpiter en cuadratura a Mercurio), Ledi aprovecha la oportunidad y obtiene la separación por negligencia.
Marte en casa undécima, en Virgo, favorece el hecho imprevisto.
Virgo en Escorpio, en la casa décima, señala la intriga: el sextil con Marte resalta la relación sexual, la cual se lleva a cabo, mientras el trígono con Urano le permite a ella aprovechar las circunstancias.
Mercurio en Virgo, en la casa octava forma conjunción a Marte indicando la violencia verbal que afecta a los dos; mientras que el sextil a Urano indica el cambio que se produce dentro del matrimonio y también la implicación de los hijos.
La Luna en la casa sexta, en Géminis, positiva a Neptuno y a Plutón indica como el enredo y la sexualidad, sirben de instrimentos a Ledi para obtener el poder.
Tránsitos ,en la Carta Astral de Ledi, de la causa que ha llevado a la separación.
Plutón en la casa tercera, en Sagitario, predispone para los viajes y para los desplazamientos, adaptos al signo y a la casa. El trígono que el planeta forma con la Luna, hace que Ledi esté más segura de su personalidad y por lo tanto capaz bemeficiarse de lo que le ha sucedido, aprofecha la ocasión de sospecha e intriga. El trígono con Mercurio demuestra nuevamente la lucidez mental y la capacidad de aprovechar el momento favorable, así como la ayuda y la comprensión de los hijos. Forma cuadratura con Neptuno, que si los analizamos (Plutón testículos y Neptuno emociones), se comprende la sorpresa de Ledi al ver al marido, ya no vigoroso y viril sino viejo y marchito en camiseta interior blanca, arrugada mientras concluye el acto sexual con una extraña, seguramente pagándole. Neptuno en casa cuarta, en Capricornio opuesto a Marte, señala el disgusto al ver los genitales caídos, mientras el sextil al sol indica la sutil satisfacción que siente cuando piensa en la oportunidad, en lo que puedrá obtener de esta fechoría. El trígono al Ascendente indica el cambio de su imagen y por lo tanto de su vida. Urano en casa quinta, en Acuario, sugiere de nuevo el oportunismo y la sexualidad. Saturno en casa séptima, en Aries, favorece el contacto con los abogados para la ruptura del matrimonio, y la cuadratura que forma con Plutón, la definimos como “impotencia”, pues en un cierto sentido ella todavía teme la influencia y los embrollos del marido. Júpiter en casa quinta, en Acuario, forma sextil con Urano confirmando la ocasión presentada casualmente, que le aportará seguramente beneficios. El viaje que hizo en aquellos días, interrumpido anticipadamente, tal vez premeditadamente (Marte en casa tercera, en Escorpio). Mientras el trígono que forma con Júpiter y con el Sol indica la discusión y la agresividad experimentada, pero al mismo tiempo, también las ventajas obtenidas. Tales ventajas, están indicada por el trígono que Venus forma con Júpiter, en Escorpio, en la casa segunda. Mercurio en casa duodécima, en Virgo, podría indicar la ayuda recibida por los hijos, mientras la Luna al Medio Cielo, en Géminis, indica la autonomía y la realización. El Sol en casa primera, en Virgo formando oposición a la Luna y a Mercurio resaltando la ruptura del matrimonio a través de la pelea, discusión y la implicación de los hijos. El sextil que forma con Marte, ratifica la agresividad pero también la fuerza y la energía a la hora de obtener lo que quiere.’ Tránsitos de la carta astral del marido sorprendido infragante Plutón en Sagitario, en la casa undécima, forma cuadratura con la Luna y con Júpiter: el aspecto con la Luna confirma la relación destructiva que está viviendo con Ledi, evidenciando lo que ha sucedido en su casa, como señala el luminar. Además, Plutón en su simbología de dinero indica también la dificultad de relacionarse con la figura femenina, que puede sólo llevarse a cabo en modo intrigante o pagando, reforzado por el aspecto negativo con Júpiter.
Urano transitando por la cúspide de la casa segunda, determina el cambio de imagen que Mister tendrá después de lo sucedido.
Júpiter en Acuario conjunto a Urano, en la casa segunda, saca a relucir, mediante la palabra, la escena de culpabilidad poniéndolo en ridículo delante de los familiares.
Marte en Escorpio en trígono a Neptuno, en casa undécima, señala la emoción y el placer; el sextil a Venere, del sexo consumado con “la amiga”, pero la cuadratura con Mercurio manifiesta la pelea originada en este contexto con la mujer y los hijos.
Venus y Escorpio en la casa décima forma cuadratura a Urano, representando la ruptura afectiva tanto con Ledi como con los familiares.
Mercurio en Virgo, en la casa octava, pone de manifiesto el cotidiano movimiento de telefonadas y evasivas.
El trígono que la Luna forma con el Médium Cielo, Marte y Mercurio, nos indica la pasión, la intriga y el entusiasmo que vive en delirio con “la amante”, mientras la conjunción con Saturno expresa la venganza que Ledi obtendrá sobre él.
La impotencia de Mister frente a los eventos está representado por el Sol en cuadratura con Plutón, mientras el sextil a Neptuno lo alimenta de emociones, evidenciando la metamorfosis de la relación con Ledi.
de Carla Pretto
traducción: Isabel Jiménez Martín