El 13 de diciembre en Verona se celebra la festividad de Santa Lucia y dos días antes la ciudad se prepara: la plaza Bra es invadida por una multitud de tenderetes, que exponen juguetes, marionetas, vestidos, chucherías, etc. Es tradición que ese día por la noche, Santa Lucía deje los regalos a los niños, los cuales en la noche del trece, están tan contentos de sus regalos que renuncian a la cena para seguir jugando. Pero nadie en Verona ha olvidado que el 13 de diciembre de 1995... un frío que cala hasta los huesos, a algunos kilómetros de la ciudad la nieve cae copiosa; es hora de la cena y el clima de fiesta dentro de las casas se congela por la noticia que la locutora del telediario comunica: “El aéreo Antonov 24 con salida del aeropuerto Catullo de Villafranca (Verona) con destino a Timisoara (Romanía) se ha estrellado inmediatamente después del despegue. En el choque el aeroplano se ha incendiado; a bordo viajan cuarenta y un pasajeros y ocho personas de la tripulación. Todos han muerto en el accidente.” Normalmente el vuelo lo efectuaba el reactor BAC. 1-11, un aeroplano en buenas condiciones, con capacidad para cien pasajeros; pero en el último momento lo sustituyeron por el Antonov 24 de la Banat Air, más pequeño y más viejo, que aterrizó en la pista del Catullo con cuatro horas de retraso. El aeroplano fue bautizado el 1 de julio de 1967, para ser utilizado como aéreo privado de Nicolae Ceausescu, el cual, después de la caída del régimen comunista en el país Balcánico, llegó a Romania (Romanian Airles) en 1990; ésta lo había alquilado a la Banat Air. Era un bimotor turbohélice de alas, de producción soviética, que podía transportar cincuenta y cinco personas, con una carga máxima despegue-aterrizaje de veintidós toneladas. Tenía veintiocho años; era demasiado viejo para seguir volando, ya en 1985 una asamblea de técnicos rumanos había pedido al gobierno que le diera de baja. Prolongar la vida a este aeroplano significaba ir más allá de las horas de vuelos prescritas por la empresa que lo construye. Igualmente exponer la estructura más tiempo a los daños atmosféricos, conllevaba a modificaciones químicas y físicas de los materiales, con el consiguiente riesgo de peligrosas averías. De hecho el motor derecho dio señal de mal funcionamiento cuando aterrizó en Verona, porque los pasajeros provenientes de Timisoara afirmaron que habían sentido ruidos alarmantes que provenían precisamente de aquel punto. Durante la hora de pausa del avión, el personal de mantenimiento había preguntado al comandante, si deseaba que se efectuase il deiceng, para eliminar el hielo que se hubiera podido formar en las alas; pero lo denegó porque el costo de este tratamiento era de unas 20.000 Ptas. y había que ahorrar ya que el el precio del billete del Antonov, era la mitad con respecto a uno de linea. Los técnicos rumanos efectuaron el suministro de carburante y la manutención ordinaria; después subió a bordo otro mecánico y otro asistente de vuelo. El accidente sucedió durante el despegue, mientras el avión realizaba la prevista virada, anti-ruido, a la derecha, para evitar el centro habitado de Villafranca. La torre de control a las 19:54 autorizaba la salida, pero, dos minutos después, no conseguía ponerse en contacto con el avión, no obstante los continuos tentativos. El bimotor, después de haber hecho la virada, precipitó sin control a 1300 metros del final de la pista, en medio de un frutal, adyacente a la casa de un agricultor, que dio sin pérdida de tiempo la alarma. Se intentó inmediatamente dominar el incendio, pero para los cuarenta y un pasajeros y para las ocho personas del equipaje, todavía sentados con el cinturón de seguridad, no hubo ninguna posibilidad de salvación. De los pasajeros veintiocho eran italianos, siete rumanos, tres eslavos, dos suizos y un holandés. Casi todos eran profesionales liberales, que alargaban sus negocios más allá de las propias fronteras, dando así trabajo a los rumanos: un pueblo pobre, donde el principal recurso económico es aún la agricultura, y obteniendo como contrapartida mano de obra barata. Como Romanía es un país donde no existe el Registro Civil, como en la mayoría de los otros países eslavos, es por lo que no he podido obtener la certificación de la hora de nacimiento del personal implicado; así pues, he realizado sus Cartas Astrales cogiendo como hora de referencia las doce, sin tener en cuenta la dominación de las casas. La investigación ha sido dura, no solo en Romanía también en otros países, incluido Italia, pues la Ley de protección de datos hace que cada vez sea más difícil obtener estas certificaciones. Sólo después de mucho tiempo, siguiendo varias gestiones, conseguí tener la hora de nacimiento de todas las personas nacidas en Italia. A medida que los gráficos se iban imprimiendo, se veía a simple vista, en la mayoría de los casos, la presencia de stellium, tanto en las catas astrales pertenecientes a los pasajeros como a la tripulación, sigue la disposición a cubo, o sea, una preponderancia de planetas dispuestos en un semi arco de 120º, con un planeta de frente, que hacía de asa, en virtud de los aspectos que formaba con ellos. Sin embargo, en una minoría de estas cartas, he notado la presencia de agrupaciones de conjunciones, dispuestas en todo el arco del zodiaco. En este grupo habían cartas de personas, cuyo viaje tenía objetivos totalmente diferentes a los de la mayoría; de hecho había uno que pertenecía a una ama de casa rumana que iba a pasar las Navidades con su familia de origen, a un director de orquesta y a una bailaría.
En el gráfico (1) de la carta astral del 13 diciembre 1995, hora 20:02 en Verona, se nota que la alineación de los siete planetas entre Sagitario y Capricornio se encuentra entre la casa quinta y la sexta. Este cúmulo está en desacuerdo con los stellium, que pertenecían a la carta astral del comandante, del copiloto y del primer mecánico, es decir de las tres personas más importantes para la realización del vuelo. Es extraño el número de persona de la tripulación: ocho, cuando normalmente en los Antonov había previsto dos o tres.
En la Carta Astral (8) del comandante Mircea, Júpiter, Marte, Mercurio y Sol, están situados en Libra, mientras Neptuno se encuentra a 2º de Escorpión y está conjunto al Sol. Urano situado en Leo, forma sextil con Júpiter y con Marte y trígono con la conjunción Virgo-Saturno en Sagitario. Micea había sacado el primer carné de piloto en 1989 y el segundo carneé en 1993. Tenía en su haber casi cuatro mil horas de vuelo, y por eso, desde el punto de vista profesional, era un verdadero experto. A menudo lo llamaban para pilotar viejos aviones y algunas veces hasta peligrosos, precisamente por su experiencia y por su intuición. En efecto Neptuno conjunto al Sol lo hace sensible a cualquier cambio de situación y a intervenir inmediatamente, usando la intuición, la fantasía; dotes que se fundían bien con el aspecto de trígono Saturno en Urano y Marte sextil, porque le permitían de ser incluso meticuloso, decidido, frío, calculador y audaz; elementos que se manifiestan completamente en el momento de mayor necesidad. Antes de analizar los tránsitos del Comandante hay que puntualizar que el paso de los planetas lentos determina una influencia durante un periodo que dura más o menos dos años, donde se preparan los acontecimientos de la vida de una persona, mientras los tránsitos de los planetas rápidos son aquello que indican el momento incisivos en el que se manifiesta.
En aquel fatídico día (9), Neptuno transitaba 24º03' de Capricornio y formaba precisamente una cuadratura con el Sol natal del comandante, privandolo así de su sensibilidad y transmitiendole sin embargo ansia e inseguridad, debido a una cierta confusión mental, que se acentuó a causa de los graves retrasos de la protesta de los pasajeros y de la presencia del director de la Business Jet, que volaba a Timisoara, para renovar los contratos, que preveían la organización de vuelos con caducidad trisemanal con Rumanía. Martes transitaba a 10º de Capricornio y formaba quincuncio con Urano y semisextil con Saturno. El primer aspecto representa una sobrecarga, que ha podido causar nerviosismo y agresividad, debido al retraso del avión a su llegada a Villafranca, que, posiblemente, hizo a Mircea reaccionar con prisas, intentando estar dentro de los baremos de tiempo y quizás por eso, no dio importancia a los verdaderos problemas técnicos. El segundo aspecto, Marte en semisextil con Saturno, representa el coraje y la determinación del comandante de querer proseguir el vuelo, sabiendo que podían presentarse problemas; de hecho, no por nada, había subido a bordo otro mecánico. Rechazando la operación de “deiceng” lo que demostraba su seguridad y decisión, rechazo que se tendría que ver como positivo, analizando la posición de Mercurio, que aquel día transitaba a 2º de Capricornio, sextil con Neptuno y trígono con Plutón. La lucidez mental, para las operaciones concretas, era válida; la decisión de no aceptar la descongelación de las alas, otro elemento que llevará a la discusión, está impuesta por el sextil de Mercurio con Neptuno: en efecto el planeta representa, entre las diferentes simbología, aquella del líquido, entendido como solvencia, bien como disolvente bien como dinero liquido. Es precisamente un disolvente el que se utiliza para la operación de “deiceng” y es también por ahorro (dinero líquido), por lo que no se hace. El hecho de que el comandante se negara era debido a que era consciente de que cada mañana en el aeropuerto di Tisisoara, a todos los aviones que tenían que salir se le realizaba el “deiceng” y seguramente por su experiencia de trabajo se permitía de estar tranquilo con la conciencia, convencido que tal denegación no habría constituido ningún peligro para el vuelo. Y esta es también la opinión de un ingeniero rumano, que, dos meses después de la tragedia, afirmó: “La operación de schiacciamento de las alas no era indispensable porque si hubiera habido tanto hielo en las alas, el avión no se habría podido ni siquiera elevar, habría chocado al final de la pista, ya que no habría tenido suficiente potencia (peso que las alas puede alzar), y una vez en el aire se habría puesto en funcionamiento la resistencia eléctrica, para derretir el hielo (teniendo en cuenta que los Antonov han sido construidos para volar en Siberia)”. El trígono que Mercurio en transito hacía con Plutón natal, ayudó al comandante a resolver el problema mediante la intuición y con el engaño. De hecho, en lo que concierne a la lista del “programa de carga”, o no la ha llevado a cabo realmente , para acelerar el tiempo de la salida, consiguiendo de algún modo convencer al jefe de escala, a quien habría tenido que entregarla; o la ha ocultado por miedo a que si hubiera encontrado alguna irregularidad, que ocasionara otros contratiempos, agravando aún más el retraso. Virgo transitaba a 20º de Capricornio, formando un cuadrado con el Sol y con Mercurio natal, provocando a Mircea durante todo el día irritación, referente a la salud, al dialogo, a las noticias.
En la carta astral de Marin (32), lo stelium está situado entre los últimos grados de Cáncer y los primeros de Leo. Se nota inmediatamente que: el sol está a 24º de Cáncer y conjunto estrechamente con Mercurio, a 23º42' del mismo signo y por lo tanto los dos planetas están perfectamente en cuadrado al Sol del comandante, que se encuentra a 23º04' de Libra. Júpiter y Plutón, en la carta astral de Marin, están situados en Leo, a 4º y 6º respectivamente. También en este caso se encuentra un Urano muy estimulado, que a 7º de Géminis. Recibe sextil de Júpiter y de Plutón, falso trígono de Neptuno, en Virgo y semisextil de Marte, en Tauro. Urano, a parte de estimular la pasión y la habilidad por la técnica, incita a la persona a ser decisivo y activo en el trabajo. En efecto, la carrera de Marin como piloto profesional de primera clase es larga y dotada de una experiencia de siete mil horas de vuelo, lo que hizo que obtuviera sus objetivos. Parte sin duda alguna, de la necesidad de convencer, primero así mismo, y después a los demás, de su virilidad y de su poder, debido al profundo complejo de castración que le da, la cuadratura de Marte con Plutón y con Júpiter. A estos aspectos dinámicos y agresivos se disocian los valores de los cáncer, que lo llevan a formar una familia, en la que puede abandonarse a ritmos lentos, saboreando el amor y el confort del hogar. Después de una convivencia de seis años con una mujer que tenía dos hijos del anterior matrimonio, se casa a principio de marzo de 1995, dejandola viuda algunos meses después. Marin tenía catorce años más que el comandante, pero aquella tarde se encontraba como copiloto, probablemente porque su certificado médico estaba caducado desde hacía quince días.
Plutón, que transita en el primer grado de Sagitario, forma sextil con Neptuno y trígono con Júpiter, que hace a Marin sentirse más seguro y en armonía con si mismo, y le procura además una buena y ventajosa situación económica. Neptuno transita a 24º03' de Capricornio, forma justa oposición con el Sol y con Mercurio, que provoca una falta de lucidez, dejandose llevar por las emociones y el ansia, y por consiguiente crea, probablemente, una dificultad para ayudar al comandante, o a darse cuenta de lo que está por suceder. Urano transita formando trígono con Neptuno, facilitando su decisión tanto en lo que respecta a la familia, como en la situación económica. Júpiter forma quincuncio con Mercurio y el Sol, otorgandole ayuda para resolver cuestiones relacionadas con la familia y con los hijos; además indica las dificultades de comunicación y de carácter técnico, aparte de disminuir el protagonismo de Marín, a causa precisamente, de no haber hecho visita médica. Martes en tránsito forma quincuncio con Urano, que le trasmite casualmente todo el nerviosismo; el aspecto de Virgo, opuesto a Mercurio, le causa dificultad de percepción y malinterpreta, así como la falta de noticias. Mercurio forma quincuncio con Júpiter, proponiendo nuevamente los problemas técnicos y de comunicación. Virgo en transito forma oposición a Mercurio, aspecto que confirma nuevamente lo dicho, aparte de señalar algún hastío afectivo. La Luna forma conjunción con Virgo (quizás un recuerdo cariñoso hacia la mujer), trígono con Martes (nerviosismo a causa de algún imprevisto) y cuadrado con Urano (el corte de la vida). El Sol presenta oposición con Saturno (imposición) y quincuncio con Mercurio (dificultad en mantener lucidez mental). La coincidencia de los tránsitos de los dos pilotos es debidos: a la influencia de Neptuno; que alcanza exactamente de forma negativa al Sol de ambos; a Marte, que transita en quincuncio con Urano, por Virgo, opuesto a Mercurio, y a la Luna, cuadrada con Urano.
Lástima que no se pueda saber la hora de nacimiento del primer mecánico, porque observando sólo la disposición de los planetas no podemos afirmar con certeza, que fuera esa su profesión: pero si stellium de Aries, presente en su carta astral, realizada a la hora convencional de las doce, habría ocupado la casa sexta o la décima; entonces todo sería diferente. El Sol, Mercurio, La Luna y Virgo están reagrupados en el espacio de cuatro grados y medio (pero la Luna, como no se tiene la hora del nacimiento, podría oscilar en una órbita, que va desde los 20º de Aries hasta los 3º de Tauro) y están en un signo en el que la agresividad, la impulsividad son los elementos dominantes, que probablemente le han creado a Gheorgue en el trabajo ciertos problemas, pero al mismo tiempo le han dado conocimiento y pasión por la electromecánica con una cierta sensibilidad: estas son las cualidades que le han permitido conseguir la meta propuesta. Urano en Géminis recibe cuadratura de Martes en Piscis, trígono de Neptuno en Libra y sextil de Plutón en Leo.
También en este caso (15), resultan interesantes los tránsitos: Neptuno desde los 24º03' de Capricornio, forma cuadrado precisamente con Sol y con Mercurio. Por lo tanto, volvemos a encontrar el ansia, la insensibilidad, la turbación mental, el dejarse llevar por el pánico: Motivos, que ayudan al acontecimiento de la tragedia. Marte en tránsito forma quincuncio con Urano natal, volviendo a aparecer la sobrecarga de tensiones y de nerviosismo, marcado también por el quincuncio, que el planeta forma con Plutón.
Virgo en tránsito presenta cuadratura con el Sol y con Mercurio, aunque este último con una órbita más amplia, confirma nuevamente los problemas debidos a las conversaciones, a las noticias o a otros imprevistos técnicos o eléctricos. Elemento, este último, avalado por Mercurio en tránsito, que se opone a Saturno natal y cuadratura de Neptuno radical, que señala incluso falta de racionalidad y de lucidez, referente sólo a aquel día, crucial en aquellos malos momentos.
Retomando los temas analizados, vemos que el elemento más importante está representado por Urano, por ser el más común en los temas Astrales analizados, el cual resulta estar unido al Sol en el 61% de los casos, si consideramos los aspectos tradicionales: conjunción, semisextil, sextil, cuadrado, trígono y oposición; y en el 71% si se calcula también el quincuncio. De todas forma, incluso para las otras personas, Urano resulta estar estimulado por múltiples aspectos, que recibe de otros planetas. Urano, cuyas simbologías representa: dinamismo, organización, decisión; se adapta perfectamente al trabajo, que casi todos los pasajeros hacen, así como se adapta a la simbología de los que se anticipan al tiempos, de los que inventan nuevos sectores de trabajo; de situaciones y de maquinarias, utilizando todo lo que está a disposición para ser transformado, reutilizado y ampliado. De hecho el trabajo de los profesionales consistía en producir artículos para proponerlos al mercado italiano o aquellos europeos con auxilio de la mano de obra local, obteniendo de este modo beneficios y, al mismo tiempo, abasteciendo al mercado rumano el material, que ya no demanda el nuestro, porque es obsoleto o caducado, pero que en Romanía y en los otros países de economía más atrasada, adquiere actualidad y valor comercial. Urano simboliza violencia, sobre todo si está unido al Sol para los hombre o a la Luna para las mujer, haciendo que la persona cambie actividad o vida en forma repentina e inmediato, como repentino fue el paso hacia la muerte.
Valorando los tránsitos de todos los pasajeros, se notará como hay presentes aspectos drásticos de Urano, que como ya hemos dicho, se encuentra en posición dominante en el aspecto natal de cada uno: Urano transitando forma aspectos negativos, con los astros o con Marte, cuando no es el mismo Marte, de paso, que forma aspectos no armoniosos con Urano, que entre la diversas simbologías representa los cambios drásticos de la vida y por lo tanto, también la muerte violenta. Incluso Neptuno influye en los tránsitos, y muchas veces lo encontramos en aspectos negativos a los astros o a Marte, en tal caso indica los cambios en la vida de una persona, que puede llevar incluso a una muerte, porque el planeta se encuentra en domicilio base de Sagitario , co-significante de la casa novena, significativa de los viajes, y en domicilio primario en Piscis, co-significante en la casa doce, que representa la transformación, la muerte. Neptuno indica el cambio, aunque si adviene de forma tranquila exteriormente, es tumultuoso en las emocione internas. Tales acontecimientos son indicados por estos aspectos; pero para establecer que su influencia incida realmente sobre la muerte física y no sobre una crisis existencial, que implique una especie de muerte interior de una parte del alma de la que se pueda renacer y volver a empezar, es fundamental examinar los tránsitos de las cartas astrales de los familiares o de las parejas de los difuntos. De hecho es en este ámbito en el que se puede notar el sufrimiento de la tragedia; mientras que el que muere interrumpe al instante su existencia, cesando de golpe sus deseos, sus proyectos y sus conflictos que revelan los tránsitos. Para demostrar esto están las cartas astrales y los tránsitos de las víctimas y de sus respectivas parejas, que a continuación describiré. Tengo que decir que no las he elegido yo, sino ha sido por casualidad. De hecho he interpelado a muchos familiares de las víctimas, algunos se han negado a colaborar; probablemente no han conseguido superar completamente el dolor. Otros sin embargo han aceptado. Precisamente por ese motivo se hace interesante y significativo señalar como todas las parejas de las víctimas tenían los planetas, que simbolizaban el afecto (Venus), la figura varonil (Martes - Sol) si era mujer y la figura femenina (Luna) si era hombre, en la casa novena y en que modo ellos fueron heridos en el momento del accidente.
traducción: Isabel Jiménez Martín